El gobierno brasileño aseguró este jueves que con la entrada en vigor de la ley que restringe la venta de armas de juguete, se busca cambiar la cultura de violencia en el país, con una de las mayores tasas de homicidio del mundo.
En Brasilia (capital de Distrito Federal) una de las 27 unidades federales del país (centro-sur), así como otras ciudades satélite, ya rige la medida en la que se puede ver que en los estantes de las jugueterías dejaron de expedir armas de juguete.
El secretario de Justicia del Distrito Federal, Alírio Neto dijo que es necesario cambiar la cultura de violencia en el país para reformar a la sociedad. “Para cambiar la cultura de la violencia tenemos que comenzar en la primera infancia. Nuestros hijos comenzarán a entender lo que se repite tanto, que las armas no son juguetes”.
Neto explicó que Brasil, un país con cerca de 200 millones de habitantes, registró 43 mil muertes violentas en 2012, el 73 por ciento por armas de fuego.
En ese sentido se expresó la subsecretaria de Protección a Víctimas de la Violencia en Brasilia, Valeria de Velasco. “La violencia en Brasil se multiplica con índices de guerra”.
La medida de prohibir la venta de armas de juguete derivó del programa gubernamental de protección a víctimas de la violencia, que asegura ser único en América Latina. La nueva ley, que entró en vigor el lunes establece multas de hasta 100 mil reales (aproximadamente 45 mil dólares).
La iniciativa empezó en Ceilandia, una de las ciudades más violentas en Brasil, en la que niños de 11 escuelas de la ciudad entregaron sus armas de juguete a cambio de un libro. Después de cinco meses se han recolectado 500 pistolas de juguete.
La secretaría de Justicia brasileña estimó que con la medida no buscan perjudicar a la industria del juguete, por lo cual otorgó un plazo de cuatro meses y concederá incentivos comerciales a las jugueterías por los depósitos que tengan de armas de juguete que ya no pueden vender.
El gobierno del expresidente Luiz Inacio Lula da Silva (2003-2010) había llamado a un referendo para eliminar la venta de armas de fuego en el país, pero la misma obtuvo el 64 por ciento de votos en contra.
Posterior a la entrada en vigor del estatuto del desarme en 2004, el ejecutivo brasileño ha retirado de circulación más de 600 mil armas de fuego durante las campañas públicas de desarme.
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