domingo, 24 de agosto de 2014

Moscú: OTAN miente sobre convoy humanitario ruso

El Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia tachó el sábado de “mentiras de turno” las declaraciones formuladas por la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) sobre el convoy humanitario enviado por Moscú al sureste de Ucrania.

La víspera, el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, condenó tajantemente la entrada del convoy ruso en el territorio ucraniano y subrayó que Moscú había autorizado su ingreso sin el consentimiento de Kiev y sin la participación del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).
Tras calificar de “infundadas” las alegaciones, la Cancillería rusa recordó que el pasado 12 de agosto, Kiev dio luz a la entrada de los camiones rusos que contenían alimentos, agua potable y sacos para dormir, destinados a los necesitados de la región oriental de Lugansk.
Además, los aduaneros y guardias de fronteras ucranianos trabajaron durante más de una semana en el puesto fronterizo Donetsk-Izvarino, recordó el Ministerio ruso, para luego añadir que el Kremlin siempre ha observado los principios internacionales de humanidad y protección a los civiles de las consecuencias de la guerra.
Cabe recordar, detalló la Cancillería rusa, que Washington había distribuido una ayuda humanitaria de 1.2 mil millones de dólares en Siria, incluso en las regiones no controladas por el Gobierno del presidente sirio, Bashar al-Asad, sin el consentimiento de Damasco.
Y actualmente, Estados Unidos y algunos países europeos están suministrando ayuda humanitaria al Kurdistán de Irak, sin aclarar que si habían obtenido los permisos correspondientes del Gobierno central iraquí o no, prosiguió en un comunicado publicado en su sitio Web.
La Corte Internacional de Justicia de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) declaró el 27 de junio de 1986 que suministrar ayuda humanitaria a las personas o fuerzas de otro país, sea lo que sea su gira política, no puede ser considerado como una “intervención ilegal” o “contrario a la ley internacional”, apostilló el Ministerio ruso defendiendo el aspecto legal de este gesto humanitario.



Igualmente, consideró como “crimen de guerra” los esfuerzos de algunos políticos ucranianos para privar a los civiles de recibir esta ayuda, que le había suministrado bajo las Convenciones de Ginebra.

En cuanto a la implicación del CICR, la cartera rusa sugirió a la dirección de la Alianza Atlántica averiguar el asunto en la sede de dicha organización, puesto que no siempre desvela los detalles de sus acciones humanitarias.

En este sentido, alabó el apoyo que brinda la Cruz Roja a los residentes del este de Ucrania y aseguró que esa organización internacional es un socio responsable de Moscú.

El asesor militar jefe del Ministerio de Emergencias de Rusia, Eduard Chizhikov, anunció la misma jornada que los camiones volvieron vacíos este sábado a Rusia, una vez cumplida la misión humanitaria.

ask/ctl/msf

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