La canciller Ángela Merkel pareció sugerir que su paciencia se estaba agotando con respecto al líder ruso Vladimir Putin. Sus palabras resonaron desde Australia y son de mucha preocupación en Alemania.
La revista alemana Spiegel consideró acertadas las palabras que dijo Merkel contra Putin, y las publicó: «Una cosa es lo que Putin dice y otra lo que Putin hace».
El canciller Frank-Walter Steinmeier describió el discurso de Putin como contundente, es decir, se quiere colocar en el puesto de una potencia influyente, como Estados Unidos y hasta la propia Alemania, está en su derecho, por tal motivo otros mandatarios del mundo entran en crisis.
Estados Unidos quiere dominar a Rusia, no lo ha podido hacer, ni lo podrá hacer, porque ambas tienen mucho poder.
El Monitor 1867
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