Reuters / Umit Bektas
El mandatario turco, Recep Tayyip Erdogan, se encuentra en una situación complicada. Marioneta de las élites internas, deberá resolver el conflicto con Rusia, lo que puede provocar la indignación de aquellos en los que se apoya, opina el politólogo ruso Ígor Shatrov.
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"Por desgracia de Erdogan, se ha convertido en una marioneta. Lo manipulan tanto los círculos de poder dentro del país como los actores internacionales. Les hizo el juego a personas que respaldan ideas políticas nacionalistas, 'neootomanas', alejándose de esta manera de los logros de la democracia", opina Ígor Shatrov, subdirector del Instituto Nacional del Desarrollo de la Ideología Moderna.
De acuerdo con el experto, Erdogan intentará buscar el dialogo con el presidente ruso, Vladímir Putin, durante la Cumbre del Clima que empezará este lunes en París; sin embargo, la celebración de esta reunión está en duda.
En lugar de una estrecha colaboración ha empezado una guerra fría que no beneficiará a nadie. Tras el derribo del avión Su-24 ruso Erdogan necesitará el respaldo de los mediadores para establecer el contacto con Rusia, algo que dará la impresión de que Turquía es un país del tercer mundo. Según cree Shatrov, el escándalo internacional dañará mucho la carrera política del presidente turco, e incluso podría convertirse en el inicio del fin de esta carrera.
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