viernes, 22 de enero de 2016

¿Por qué WikiLeaks es como el demonio para los académicos de EE.UU.?

La agrupación profesional estadounidense International Studies Association (ISA, por sus siglas en inglés) y su revista asociada, 'International Studies Quarterly'(ISQ, por sus siglas en inglés), no siempre han impedido la publicación de análisis académico que se basa en los datos clasificados y filtrados. Así lo declara el periodista Chris Spannos en su artículo, publicado en el portal Crikey.com. 





El fundador de WikiLeaks, Julian Assange, afirma que las revistas sobre relaciones internacionales de EE.UU y del Reino Unido "actúan como 'escuelas alimentadoras' para el Departamento de Estado", que prepara a los estudiantes para que hagan contribuciones ideológicas, técnicas y científicas para cumplir con los intereses estadounidenses en política exterior. Hay razones para preocuparse, opina el periodista, debido a que las universidades públicas estadounidenses se enfrentan a los recortes estatales en la financiación de la educación superior.



Spannos señala que los fondos del Ejército estadounidense y de las agencias de seguridad, así como los donantes institucionales proporcionan subsidios. Así, el Departamento de Defensa publicó una lista de beneficiarios, entre los cuales figuran las universidades, investigadores y áreas de investigación, y explicó que los premios fueron entregados en el marco del Programa de Investigación de la Universidad de Defensa Instrumentación (DURIP). 



A través del DURIP, el Ministerio utiliza la infraestructura de la investigación universitaria para avanzar en la investigación robótica y tecnologías de defensa. También trabajan con otras agencias para ofrecer programas de licenciatura y posgrado y desarrollar áreas tales como el programa de guerra electrónica con el objetivo de "controlar el espectro electromagnético a través de explotar, engañar o rechazar" el acceso. Además, hay otros programas de investigación en conjunto con universidades, destinados a estimular a las instituciones académicas que les permiten imitar los intereses de política exterior y la ideología. Asimismo, el autor del artículo señala que el mundo académico todavía no está listo para el trabajo de WikiLeaks, debido a que la organización publicó en su sitio web informes anónimos y documentos filtrados, sobre la política exterior de EE.UU., entre otras cosas. Así, por ejemplo, la ISQ publicó datos clasificados de los documentos del Pentágono: el estudio del Departamento de Defensa que examina la intervención política y militar en Vietnam de los años 1945 a 1967. El entonces analista militar Daniel Ellsberg filtró los datos al público en 1971.



En otras palabras se puede deducir que el miedo a perder financiamiento y revelar el trasfondo real de la política exterior de EE.UU. atan a los académicos.


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